Hasta donde se pierde la vista los viñedos nos ofrecen un grandioso espectáculo, toda una lujuria de color. Este año, debido a las bajas precipitaciones está agostado, pese a ello la visita merece la pena.
de los pocos restos que quedaban, la mayoría se habían hecho pasas en las cepas.
bueno, un "guarreillo" mio jejeje
el único charco que vi en todo el día
Espectaculares fotos.Buen caldo saldrá de esas uvas.
ResponderEliminarSaludos.
Bonitas fotos, el color es espectacular.
ResponderEliminarUn saludo.
Como muy bien dices un espectáculo de color realmente lujurioso.
ResponderEliminarUn abrazo Marisol
Maravilloso ver esos viñedos y esos colores otoñales!
ResponderEliminarUn besito.